GRAN TORINO: LA REDENCIÓN DEL PASADO

 Todos nosotros tenemos un pasado, en muchos casos hemos podido cometer errores y estar tristes, avergonzados, deprimidos o preocupados por situaciones traumáticas que nos persiguen y de las que no podemos huir.
A menudo en el final de la vida, las personas somos más conscientes de todo lo que nos ha ocurrido y como hemos respondido a las diversas situaciones con las que hemos tenido que enfrentarnos.
En la película, Walt, es un excombatiente de la Guerra que tras quedar viudo, vive en soledad, con un pasado tormentoso, lleno de viejos recuerdos de muerte y soledad. Esta en el final de su vida y echando la vista atrás se arrepiente de no haber podido ocuparse mejor de sus hijos , y de haber tomado algunas decisiones donde no actuó por obligación, sino extralimitándose a matar por matar.
Walt siente que esta mancillado, que su vida ya no tiene redención y que no puede ser perdonado, además se siente un extraño en un mundo cambiante, lleno de pandillas y nuevas normas y mezclas culturales a las que mira con desdén y desconfianza.
Pero, como en la vida, sucede algo extraordinario, Walt comienza a vincularse con el vecindario de al lado, una familia Coreana que como el tiene sus dificultades para adaptarse a los demás y al mundo. Estos nuevos vínculos con estos nuevos vecinos, le harán sentirse de nuevo vivo, poder tener un nuevo rol en la sociedad y en la vida de los demás y hasta obtener la redención a través de un acto heroico que le transportará a mejor vida desde su propias decisiones y sus valores humanos.
Es una excelente película para reflexionar acerca de como educamos y que transmitimos a nuestros hijos cuando estamos traumatizados y como transformar los traumas en motores de cambio que puedan ayudarnos a sobrevivir, cuando somos supervivientes de un infierno como es la guerra.



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