PRIMAVERA TARDÍA: DEJAR AL PADRE, PARA FORMAR FAMILIA PROPIA
La película japonesa de Yasujiro Ozu (1949), Primavera Tardía, con Chishu Ryu y Setsuko Hara como protagonistas, nos narra la historia de una hija adulta que se ha quedado conviviendo con el padre viudo, de forma confortable y satisfactoria, y sin el deseo de iniciar su propia familia.
Noriko, se encarga de todas las cosas domésticas y asuntos del padre, lo que la llena de satisfacción y alegría, ya que de este modo se siente útil y valiosa para el padre, a la vez que reconocida por él, pues el profesor Shukichi, disfruta y aprecia todas estas atenciones y cariños.
Sin embargo, será la tía de Noriko, la que haga ver al padre, la necesidad de la hija de crear su propia familia, algo a lo que Noriko se resiste, pues el duelo de dejar de ser hija, para pasar a ser mujer, es un proceso complejo, que puede resultar difícil pues sobrevivienen culpas, angustias, temores y ansiedades ante lo desconocido y lo relacional desde un lugar de reciprocidad, y no de cuidados al otro.
La película es muy sensible y delicada, llegando a mostrar que el propio padre, también es consciente de que no debe llenar sus necesidades emocionales y afectivas a través de la hija, sino de su propia busqueda de relaciones de mutualidad, aún con el malestar que esto vaya a poder ocasionar en la ella, que puede sentirse sustituida o excluida de la vida paterna.
Creo que es una película muy recomendable para familias monoporentales, donde puedan convivir hij@s con padres/madres solos, para preguntarse las siguientes cuestiones:
1-¿Debe un hijo/a sacrificarse para satisfacer las necesidades de un padre/madre?
2-¿Puede un padre aprovecharse de un hijo para vivir?
3-¿Cómo suscitar el deseo hacía lo desconocido, para ilusionarse con nuevos proyectos distantes del núcleo familiar? ¿Cómo diferenciarse y relacionarse desde la distancia?
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