EL BECARIO: LO QUE PUEDE APORTAR EN TU EMPRESA TENER UN BECARIO SENIOR

La película escrita y dirigida por Nancy Meyers (2015), empieza con Ben (interpretado por Robert de Niro), haciendo en el parque Taichi y comentando la esclarecedora cita de Freud "Amar y trabajar, trabajar y amar". Para Freud una persona sana era aquella capaz de ambas cosas, porque tanto en el trabajo como en el amor la persona apuesta por objetivos, sentidos y relaciones más allá de él mismo que le enriquecen y le ayudan a su realización personal.

La película tiene como protagonista a Jules (Anne Hathaway),  una mujer emprendedora, que con sus pocos años ha creado una empresa de venta de ropa online, está casada y es madre de una niña. Como muchas mujeres empresarias y trabajadoras, poder conciliar la vida personal con la laboral es complicado. La empresa que ha creado llega a tener más de 200 trabajadores y es entonces cuando su subdirector le habla de la posibilidad de contratar un CEO, una especie de gerente contratado por la propia empresa para que actúe como directivo de la misma. 

Para Jules es una decisión difícil de digerir, ella prefiere ser su propia jefa, pero su vida personal está dañándose mucho y el estrés y el cansancio dificultan su felicidad personal. 

Es en este momento cuando aparece en su vida Ben, de 70 años, viudo, jubilado, con un hijo y un nieto y con ganas de seguir ofreciendo su experiencia y ser de utilidad. Ben cansado de perder su tiempo, se ofrece para el puesto en la empresa de Jules como Becario Senior., pues él es un hombre mayor inquieto, seguro de si mismo, responsable, educado, atento y sobre todo con muchas ganas de seguir estando vivo, de aportar, de dar y de recibir, de experimentar y de aprender. Como dice el subtítulo de la película "La experiencia no pasa de moda".

En un principio Jules desconfía, no cree que alguien mayor que ella pueda ayudarla en nada y lo trata con cierto desdén. Pero es el tesón y cuidado del becario, el que llevará a Jules al igual que al resto de trabajadores de la empresa a tenerlo cada vez en mayor consideración.

Poco a poco, primero conduciéndola en coche porque su chófer habitual está pasando una crisis y luego ayudándola con pequeños gestos (recogerla, llevarla, atenderla, darle una comida, una bebida, comprenderla, apoyarla y hasta reírse juntos y compartir datos biográficos significativos), harán que ella se vaya abriendo y mostrándose no solo como la jefa de empresa que es sino también en su faceta de madre, de mujer, de esposa, de hija de un matrimonio muy ocupado en la investigación del sueño y de chica joven con ganas de divertirse como otra joven más.

Cuando Jules comienza a confiar en el apoyo incondicional de Ben, ella empieza a ganar confianza en si misma, a poder escuchar sus emociones y sentimientos con respecto a su familia, su empresa, sus trabajadores, su marido y la vida y gracias a él decide continuar siendo la protagonista de su propia vida, poniendo las cosas en orden e integrando todas las facetas de ella misma de forma coherente y constructiva.

Este tipo de relación de intimidad y confianza con alguien, se logra pocas veces en la vida, pero ayuda a tener un apego seguro, lo que contribuye a tener una sana autoestima, poder escucharse y aceptarse, tolerar las frustraciones y las incertidumbres de la vida y seguir caminando. Jules consigue con esta relación hacerse caso a ella misma.

La película nos enseña sobre la importancia de crear apegos sanos y seguros con personas significativas donde fluye la confianza y la comprensión. 

Las personas mayores tienen mucho que aportar a las personas jóvenes, tanto en el mundo laboral, como a nivel social, familiar y personal, sin embargo por desgracia son fácilmente retiradas y aisladas cuando no vemos todo su potencial y todo lo que nos pueden ofrecer. Los prejuicios hacía los mayores reinan durante todo el film, pero también nos muestra como la cercanía con ellos nos puede ayudar a tener una mirada distinta, curiosa, respetuosa y gratamente sorpresiva.

Los lazos intergeneracionales son importantes porque contribuyen a aumentar la comprensión de nosotros mismos a través de las relaciones con otras personas distintas, quizás está en esa diferencia todo lo interesante de las relaciones entre personas jóvenes y mayores, que ambas aprenden y pueden aportarse mucho mutuamente si se tratan con autenticidad. 

Ben es además el ejemplo perfecto de como las personas pueden ser jóvenes independientemente de su edad, pues es un hombre apasionado, con ganas de disfrutar y de probar y de arriesgarse en la vida. A pesar de los duelos que han sido para él la muerte de su mujer, la jubilación de la empresa de guías telefónicas y la muerte de familiares y amigos, él sigue siempre adelante con una actitud de aceptación pero también de optimismo, vitalidad y entusiasmo que le ayuda a seguir viviendo con ilusión.

Este punto, vivir con ilusión, es para mí el tema central de la película. Ilusión en tu proyecto vital, ilusión en tu matrimonio, ilusión en la gente que te rodea pero siempre desde ti mismo y con gente a la que le gustes tal y como eres!! 




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